Descripción
El clavo, la pimienta de Jamaica y las flores secas estallan como fuegos artificiales de sabor. La fresa ocupa el centro del escenario y desafía el dominio del arándano. Desde el primer sorbo, el equilibrio es perfecto. Es una experiencia llena de adrenalina que sigue estallando incluso después de haber saboreado la última gota. Deje que el vino se desarrolle con el tiempo y prémiese con una experiencia extraordinaria que sólo se vuelve más compleja a medida que la trufa y el suelo del bosque florecen.