Sandra Bravo, recientemente reconocida por el prestigioso prescriptor Tim Atkins como “Joven elaboradora del año” es sin duda parte destacada de la punta de lanza de la nueva Rioja, también bautizada como “Rioja ´n´ Roll”: En lo alto de las estribaciones de la Sierra de Toloño, en Rioja Alavesa, Sandra Bravo trabaja en algunos de los viñedos más antiguos y de mayor altitud de Rioja, cultivando Garnacha, Tempranillo, Viura y algo de Graciano. 

Esta joven vinicultora que trabajó en Francia, Nueva Zelanda e Italia antes de volver a su tierra natal traduce el paisaje montañoso en vinos puros y expresivos. Tiene una pequeña bodega en Villabuena de Álava, donde trabaja con acero, ánforas y madera vieja. Desde esa zona también trabaja en varias microparcelas, pudiendo cosechar múltiples variedades de microterroirs que juntas forman una imagen fresca y hermosa de la zona. 

En sus propias palabras: “Estudiaba Ingeniería y Enología en Rioja y luego trabajaba en bodegas de Burdeos, Toscana, Nueva Zelanda y California. Cuando volví a España pasé 7 años en el Priorato. Toda esa experiencia me dio un punto de vista abierto para hacer diferentes vinos aquí en Rioja (de donde vengo). Tengo que decir que el Priorato me influyó mucho para hacer vinos artesanales, y para entender que lo más importante es la viña, la viña con alma. Cuando volví a Rioja en 2012, decidí hacer vinos respetando lo que el viñedo da y buscando siempre la frescura. Me enamoré de esta zona de Rioja Alavesa, suelo calcáreo, pequeñas parcelas, hierbas mediterráneas y siempre viento del norte con gran altitud (justo en la montaña que da el proyecto de mi nombre: Sierra de Toloño). . . ¡fue perfecto! Porque todo esto mis vinos son realmente minerales. Los vinos son frescos y no demasiado roble, trato de hacer una mínima intervención en la bodega, entonces puedo mantener los vinos vivos en la botella. En Rivas de Tereso (650 m de altitud) tengo los viñedos de la Sierra de Toloño (tinto y blanco) y dos vinos de primera: La Dula, que está plantada a la Garnacha y Rivas de Tereso, plantada al Tempranillo”.