Thibaud Boudignon es sin duda una de las figuras más excitantes del vino hoy en día. Originario de Burdeos, perfeccionó su oficio de vinicultor mientras trabajaba en Philipe Charlopin en Gevrey-Chambertin a principios de la década de 2000. 

Poco después fue contratado por el productor de Savennières, Chateau Soucherie, para ser su vinicultor a finales de 2000. Su primera y más importante contribución a la finca fue la introducción de estrictas prácticas orgánicas en los viñedos que, junto con sus inmensas habilidades en la elaboración de vinos, elevaron este ya histórico dominio a nuevas alturas. 

Fue en 2009 cuando empezó a hacer vino con su propio nombre en una escasa superficie de 3,5 hectáreas en el corazón de Anjou y Savennieres. Sabiendo que la calidad de su fruta era de suma importancia, se comprometió absolutamente con la salud de sus viñas, eligiendo cultivar orgánicamente y pasar la mayor parte de su tiempo en los viñedos. Su devoción dio frutos rápidamente, ya que en sólo unas pocas cosechas, su nombre comenzó a circular entre los cultivadores del Loira, eventualmente en los mejores restaurantes de París, y finalmente en el extranjero. 

La rapidez con la que ha conseguido tantos elogios habla de la notable calidad de sus vinos. Son vinos como estos los que nos hacen recordar por qué amamos este negocio. Justo cuando crees que has tenido lo mejor que una región tiene para ofrecer, un nuevo descubrimiento llega para sacudir tu mundo. Boudignon es un descubrimiento de este tipo, con vinos que hablan tan claramente de su lugar de origen. Probablemente,no hay mayor Chenin Blanc seca que se hace en el mundo hoy en día. No lo encontrarás en ninguna feria. Sus vinos tienen destinatario antes de ser embotellados.